Reseña Histórica por "Gabriel Marco"

El Colegio de la ciudad.

Tuvo su origen en una simpática reunión de camaradería en los Salones del Hotel Piñeda. Allí un caracterizado núcleo de escribanos, entre quienes se hallaban dos respetables y jóvenes señoritas, se reunieron con el deseo de constituir un organismo que agrupara a todos los colegas de la ciudad. Como ha sucedido tantas veces en el inicio de las instituciones, la causa primera de esta historia fue la voluntad de crear una biblioteca.
De esta manera en tales encuentros, con un carácter ameno y casi familiar, se estableció el Colegio de Escribanos de la Ciudad de San Luis. Era un auspicioso mediodía de invierno de 1941.

Antecedentes.
Así recuerda el Escribano Julio E. Luco el nacimiento de la institución en un párrafo de la Memoria que presentó la Comisión Directiva el 21 de Junio de 1945: “Nació así un nuevo Colegio de Escribanos, constituido tan solo por profesionales de esta ciudad, que reemplazó al Colegio anterior que fundaron nuestros venerables antecesores entre los que figuraban los Escribanos: Desiderio Quiroga, Blas Baldino, Florencio A. Quiroga, José E. Garay y otros, cuyo Colegio, que estaba formado por profesionales de toda la provincia, se encuentra ya caduco a la fecha”.


Siete años después…toda la provincia.
Pero el Colegio de Escribanos de la Provincia de San Luis se constituye como tal a partir de mayo de 1948, cuando el Presidente y el Secretario General del Colegio de la Ciudad (por aquel entonces, los escribanos Mariano Pérez y Guillermo Levingston, respectivamente) solicitan y obtienen la aprobación de las reformas al primer estatuto de parte del Señor Inspector de Justicia de la Provincia.
La institución aún no contaba con edificio propio y su única fuente de ingresos consistía en el aporte mensual de los asociados.
Los años cuarenta en San Luis significaron el advenimiento del peronismo y la consiguiente caída de los Gobiernos liberales o “demócratas”. Es, también, un momento cultural importante para la ciudad capital, ya que se producen una serie de actividades que cristalizarán en acontecimientos significativos, como la creación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Cuyo, el nacimiento de la actual Biblioteca Pública San Luis, la revista científica y cultural San Luis, la formación del conjunto puntano de arte escénico Atalaya, etcétera. Es también la década de grandes autores de nuestra literatura: Antonio Esteban Agüero, Polo Godoy Rojo, César Rosales, León Benarós, Dora Ochoa De Masmaramón, entre otros. Sin embargo, la historia del Colegio de escribanos puede narrarse con verdadera independencia de sucesos políticos y socioculturales. El “paso” de un Colegio de Escribanos de la Ciudad a un Colegio nuevo que comprendiera a todos los colegas de la provincia abarcó gran parte de esa década del cuarenta, donde la voluntad de mejorar las relaciones internas y externas de la institución se impusieron a la inercia de los primeros años.